Buenos días a todos,
seguramente la semana pasada echaríais de menos mi post semanal…y es que llega la época estival, las vacaciones, y estuve una semana de crucero por los fiordos noruegos.
La verdad es que ha sido una experiencia fantástica: yo no había hecho nunca un crucero y vuelvo encantada. Es muy cómodo y recomendable totalmente para familias con niños y para personas discapacitadas, pues nuestro barco, el MS Rotterdam de la compañía Holland America Line, está totalmente adaptado para ellas.
Tras pasar día y medio en alta mar cruzando el mar del Norte, explorando todas las posibilidades que ofrecía nuestro barco, y por supuesto descansando (poco, con todas las actvidades que ofrecían abordo) y ganchillando (poco también por el mismo motivo) en el camarote…(una gozada de balcón con vistas al mar)
nuestra primera parada fue en Bergen, una bonita ciudad pesquera, la segunda más grande de Noruega. ¿Y qué fue lo primero que nos encontramos al pisar tierra firme?
¡Correcto! ¡Habéis acertado! Una tienda de punto de cruz y otra de cosas de bebé con muñecos hechos de ganchillo en el escaparate. Increíble pero cierto. Y no fue lo único sorprendente, cuando visitamos la catedral de Bergen…
había una chica joven encargada de cuidar el templo sentada en un banco…y ¿Qué estaba haciendo? Está claro: ganchillo. No pude hacerle una foto al estar dentro de la zona sagrada, pero os aseguro que allí estaba.
El resto del crucero ya no nos ofreció más experiencias puntocruceras ni ganchilleras, pero nos dejó paisajes como estos:
Y curiosidades del barco como estas: alfombrillas con los días de la semana en el ascensor, desinfectante de manos a la entrada del comedor, aspiradoras con ojitos y boca…y por último una figura hecha con toallas cada noche encima de la cama.
Para ser mi primera experiencia marinera no ha estado mal…¿verdad?
¡Hasta pronto!